A mi que un rey sea un cobarde me suena raro. Puedo entender que se vaya preparado a la batalla, que busque sus aliados. No se puede ir a pecho descubierto. Pero me entristece ver cómo uno que se hace llamar rey (porque se lo hace llamar) en octubre cualquiera de 2017 se definiera y sacará pecho. Y luego, pasado el tiempo, su caracter se diluye.
No es un ejercicio de testiculina. Es el acto de ser consecuente. Es saber defender los valores en los que crees. Es saber arropar a quien te sigue. Pero no es que defraude a los suyos, es que también nos defrauda a quienes lo denostamos.
Y aquí estamos esperando al sexto de los felipes (el sexto de los camilos nunca nos defraudaba). Estamos esperando a que nos "referunfedee" para ver si le queremos algo o nada. Pero el cementerio está lleno de valientes (nunca reyes más bien héroes) así que nuestra espera apunta a estéril.
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