lunes, 7 de agosto de 2023

IDENTIDAD. TE LA REGALO

El ser o el estar. El ser o el sentir. Hamlet ya se lo planteo porque es la base de cualquier relación de un individuo con el colectivo al que pertenece. Somos muchas cosas, pero ninguna es importante sino lo sentimos. Nadie es padre o madre sino se siente padre o madre.  Un papel no puede ser nunca el que mande sobre la razón humana.

Por esto querer imponer, querer obligar a que la gente sienta algo es imposible. Podrán  obligar a un individuo o un grupo a que sean algo pero nunca a que lo sientan.

Los gobiernos han luchado por esto durante  siglos. Son más baratos los soldados patriotas que los mercenarios. Apelar a unos sentimientos es sencillos y seguramente fácil. El problema está cuando se hurtan  símbolos y luego se apelan a ellos para obligar a ser lo que ya no sientes.

Cualquier símbolo es una representación de unión. Desde la bandera, el escudo o el himno de un país hasta la rosa que regalas a tu amada. 

Cuando son robadas vilmente solo quedan dos opciones o se sustituyen por otras que representen la nueva realidad o se rompe el vínculo y cada uno sigue si camino.

La derecha y la extrema derecha han robado una bandera, que sin ser nuestra aceptamos como tal por un bien común. Han pasado cuarenta años y otra vez la quieren solo para ellos. Así que a los otros, a nosotros los malvados, solo nos queda la opción de repudiar su bandera, otra vez, y enarbolar la nuestra.





No sufrimos, no penamos solamente hacemos lo que nos dicta el corazón.  Hacemos lo que sentimos que es lo que único que mueve el mundo. Porque lo que mueve el mundo son los sentimientos.

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